viernes, 4 de marzo de 2016

El valor de las fuentes

Los periodistas constantemente necesitan la palabra de especialistas. En parte para explicar –dado que no pueden saber en profundidad sobre todos los temas que tocan- y otro poco para legitimar la información que publican.   

Cuanto más representativo de su sector o especialidad, o más conocido sea, mayor valor tendrá la palabra de dicho especialista. Por ejemplo, en una nota sobre enfermedades de chicos, una asociación de pediatras sería una fuente incuestionable. En una nota sobre abusos de empresas, Defensa del consumidor. En importaciones, la Cámara del sector, etc.

En síntesis, podemos decir que dichas instituciones son las más consultadas en las notas de su sector por defecto. Pero al mismo tiempo, y muchas veces al mismo nivel que ellas, existen especialistas particulares que tienen presencia periódica. ¿Cómo hacen?

Para poder aclarar, explicar y opinar sobre informaciones, los periodistas necesitan que las fuentes respondan, entre otras, a tres características: que sean claras, legítimas y accesibles.

O sea, lo primero que debe demostrar un especialista para convertirse en fuente es conocimiento sobre el tema de su especialidad. Pero no alcanza con eso. Además del conocimiento se debe saber cómo transmitirlo. Un especialista que no pueda salir de la jerga de su sector, difícilmente podrá ser entendido por el gran público, que es al fin y al cabo quien consume los medios masivos de comunicación.

El segundo requisito de un especialista para poder convertirse en fuente es que debe responder seguido a las consultas de periodistas. No digamos siempre, porque lo cierto es que el especialista –del rubro que sea- no trabaja de fuente, pero sí seguido.

Un especialista muy iluminado en lo que hace, pero que normalmente no puede responder en tiempo y forma a las consultas de los periodistas, difícilmente se convierta en fuente.

Una relación simbiótica

Ambos, periodista y fuente, se necesitan. El primero para entender los temas, completar las notas y, como dijimos, darle valor a la información suministrada. El segundo, para legitimar y publicitar su nombre o la institución/empresa que representa.

Cuando los periodistas deben resolver una nota, cosa que normalmente en los diarios ocurre de un día para el otro (on line los tiempos son más cortos aun), echan mano de las fuentes cercanas.


El convertir a sus clientes en una de esas fuentes es un aspiracional desde el trabajo que realiza un asesor de prensa. La fuente consultada de manera periódica se convierte en referente de su sector. Convertir a especialistas en referentes es uno de los principales objetivos de una agencia de prensa, en especial si trabaja con empresas de servicios profesionales.