viernes, 28 de agosto de 2015

Exclusividad y primicia

En la balanza de los medios, el valor de una información está dado no solo por su contenido específico sino también por el hecho de publicarlo primero o por ser el único que lo publica.

Es habitual que leamos, en los principales diarios, “como anticipó…”, porque eso significa que fueron los primeros en dar esa información, los que tuvieron la primicia.

En una época en que las noticias rebotan en el papel, los bits, los rayos catódicos, la radio y los celulares, ser la fuente de esa información, el primero que la dio, no es un tema menor. Los demás son meros repetidores.

Por eso, en prensa, cuando tenemos una noticia importante que anunciar, es recomendable analizar y planificar si se le da a todos los medios a la vez o si se elige alguno de importante tirada, para que sea el primero en darlo.

El primero o el único

En algunos casos, más que ser los primeros, los medios apuntan a ser los únicos. Es cuando el material se publica en exclusiva. Y, en todo caso, los que lo quieran dar luego tendrán que aceptar que ya haya salido antes.   

Muchas veces, en esos casos de exclusividad, los medios ofrecen coberturas más amplias, si se limita la información  a ellos. Nuevamente, el asesor de prensa evaluará si es mejor tener una gran aparición o muchas de mediano impacto.

En ese sentido, saber a quiénes se les da primero una información y si se da en exclusiva o no, son decisiones que influyen sobre el tamaño de la publicación y el posterior impacto de la misma.

Cómo decidirlo

La decisión tendrá que ver, entre otras cosas, con la necesidad de un mayor impacto en un momento determinado, en detrimento de una cantidad de menciones a lo largo de los días (cuando se llama a una acción –principalmente eventos- una publicación de impacto, el día indicado, resulta fundamental).

También es cierto que si el tema tuvo fuerte impacto a través de una nota importante en alguno de los medios de mayor tirada, eso no significa que el resto de los medios no querrán dar esa información.

Algunos preferirán no llegar segundos y entonces no la darán. Pero existen otros que normalmente le darán importancia también, pensando que su público probablemente no haya visto la otra nota.


Como ocurre en la mayoría de los temas tratados en este blog, existen explicaciones, recomendaciones y análisis generales, pero la decisión final siempre debe tomarse analizando las variables, necesidades y posibilidades de cada caso puntual.  

miércoles, 5 de agosto de 2015

¿Se pueden corregir las notas de prensa?

La situación no es nueva. Termina una nota larga y compleja, y en el momento de despedir al periodista, el entrevistado le pide que le mande la nota para corregir. Ahí viene, entonces, la pregunta, ¿tienen derecho, quienes fueron entrevistados, a corregir las notas?

La respuesta, en general, es que no. Como ocurre con otros temas, analizados también en este blog, existen variantes, dependiendo del medio y del tema. Pero la regla, en los medios de actualidad es que las notas no se corrigen. Y ese pedido, en algunos casos, es tomado como mala palabra por los hombres de prensa.

Cuándo sí, cuándo no

En algunos casos sí es posible corregir o ajustar algunos términos luego de que la nota está escrita. En general esto se puede aplicar cuando se trata de temas muy técnicos, donde el periodista no conoce el asunto en profundidad y pretende achicar su margen de error.

O también puede tratarse de medios muy de nicho, en general de edición mensual o bimestral, en donde se cuenta con más tiempo para cada nota. Pero siempre, incluso en estos casos donde la revisión es posible, dependemos de la buena voluntad del periodista.

Para los medios de actualidad, en especial los diarios, pedir que se pueda corregir una nota es casi mala palabra. Lo cierto es que muchas veces lo que una persona dice forma parte de un texto más amplio, ya desarrollado, en donde un cambio puede modificar el sentido o desarrollo de la nota.

Prensa no es publicidad

Resulta entendible que los entrevistados pretendan que las palabras que se ponen en boca de ellos representen de la mejor manera sus ideas, pero lo cierto es que la prensa no es publicidad, en el sentido de que lo que allí aparece es lo mediado por el periodista y no lo que uno desearía ver publicado.

Si una persona quiere que lo que se publica sea exactamente lo que quiere decir, con las palabras exactas, lo más lógico sería que pusiera un aviso publicitario, donde podría  elegir qué, cómo y cuándo (lógicamente, a cambio de un precio alto).

También se debe tener en cuenta que los medios son órganos independientes (en principio) que dan cuenta de cierto tema. Si todos tuvieran el derecho de corregir no se podría, en principio, lograr los tiempos de producción y menos aun la independencia.

Volviendo al principio, las notas en principio no se corrigen por parte del entrevistado. En casos puntuales, que se deben analizar específicamente, se podría llegar a hacer. Pero hay que ser cuidadoso para plantearlo.