miércoles, 7 de diciembre de 2016

El factor humano

En este blog ya hemos dado casi una veintena de consejos y recomendaciones para que la relación con los medios sea fructífera, y las empresas e instituciones puedan lograr, a través de la difusión de sus novedades, tener visibilidad y mostrar lo que hacen.

Es por ello que, esta vez, nos referiremos a otro tema, que no es una cuestión técnica pero incide, igual o más que eso aun, en los resultados: me refiero al factor humano. 

En el fondo, por más conocimiento y técnicas que uno posea, por más planificación y estrategia, incluso ajustando de la mejor manera posible la información y la redacción de la misma, lo que termina rigiendo todo es el factor humano.

Vayamos al caso de prensa. Aunque una persona sea muy buena en lo que hace, tenga muchos contactos, olfato para la noticia, escriba bien, conozca el timing de los medios, etc. etc., si el entendimiento con el cliente (factor humano) no es correcto, no habrá resultado que lo satisfaga.

Más de una vez viví la experiencia de realizar una campaña objetivamente muy exitosa (me refiero a menciones importantes en medios de amplia llegada) y que el cliente no lo apreciara o no le otorgase la importancia que yo, conocedor de los medios y el mercado, le había asignado.

Allí, el factor humano había fallado. Las expectativas del cliente seguramente eran otras. Y, por más cantidad de menciones y demases que le mostrara, si no íbamos en línea con esa idea, no habría resultado que alcance.

Por eso, entender y entenderse bien con quien es nuestro cliente es, muchas veces, más importante que llevar a cabo correctamente los pasos que se han ido explicando en este blog.

Hay casos donde el cliente no se siente cómodo en cierta situación (frente a ciertos medios) o que espera no salir tanto, o que prefiere tener charlas periódicas con su agente de prensa pero no tantas menciones. Y entender eso (el factor humano) resulta más importante que cualquier otra cosa.

Los periodistas, también 

En el vínculo con los periodistas ocurre algo similar. Cada uno tiene sus características, su forma de ser. Algunos son más o menos extrovertidos. Algunos no tienen problema en que se los consulte, otros te responden con monosílabos y sugieren no los llames tanto.

El manejo de esas relaciones (factor humano) es todo un arte. Algunas recetas se pueden dar y, vuelvo sobre lo mismo, en posts anteriores se han dado, pero hay una parte que es la empatía, el vínculo, la onda, y eso –muchas veces a la par del valor de la información- influye sobre los resultados.

Así como se debe entender y lograr cierta empatía (no decimos tener que ser amigos) con el cliente, lo mismo ocurre con los periodistas. Es importante no pedirles más de lo que pueden, en especial cuando están de cierre o con otro tema en la cabeza.

Pero también es importante estar presente, que se acuerden de uno, que sepan que una fuente sigue vigente, y que frente a una nueva nota sobre ese tema se la podrá consultar.  

En otras entradas hablamos de cómo estar presente sin ser pesados. Bueno, el entender eso puede asignarse a la columna “sentido común” o a lo que aquí hemos llamado Factor humano.


Hay muy buenas técnicas para hacer mejor el trabajo de prensa y varias de ellas fueron expuestas. Pero ninguna nos explicará, al final, cómo entendernos bien con los clientes y los periodistas. Ahí aparece el factor humano.