En el trabajo de comunicar novedades, muchas
veces nos encontramos frente a la disyuntiva de gestionar los contenidos en
forma masiva o en forma individual (o con opciones intermedias).
Resulta lógico que primero se analice el tipo
de contenido. Por ejemplo, si lo que queremos es hacer una propuesta de nota,
seguramente lo más recomendable será contactar en forma individual a los
periodistas.
A lo sumo, en ese caso, se podrá contactar a un
puñado de colegas, que nos parezca que puedan interesarse en el tema. En el
caso de contactar a varios a la vez, debemos tener en cuenta que no les estamos
proponiendo contenido exclusivo.
Si bien ese tema ya fue abordado en otra
entrada de este blog, podemos resumir que, algunos medios de fuerte peso solo
aceptan algunos temas si la entrevista se va a dar en exclusiva.
Cuando se trata de
noticias
Cuando lo que vamos a comunicar es una noticia
puntual (por ejemplo un nombramiento, mudanza, acuerdo, lanzamiento, etc.) es
claro que la información no va a ser exclusiva sino que el objetivo es que
salga en un amplio arco de medios.
A pesar de ello, aquí también se presenta la disyuntiva
sobre la mejor forma de comunicarlo. Una manera aceptable es un primer envío
general, por grupos de medios (negocios, RSE, logística, etc.) y luego un
contacto individual.
Algunos medios, con ese primer mail, ya se darán
por enterados, y si el tema lo amerita, es posible que lo publiquen.
Pero lo cierto es que los periodistas (y no solo
ellos) reciben una gran cantidad de mensajes por día, por lo que, en algunos
casos, el reenvío o contacto individual es necesario para que vean el
contenido.
Sin el pan y sin la
torta
Muchas veces, en pos de lograr una mayor
llegada, en lugar de contactar a los periodistas de medios que más nos
interesan, hacemos lo que se conoce como “ametralladora” de mails o envíos a
mansalva.
Eso, en un primer momento, nos puede parecer
efectivo porque llegamos a muchos, pero a veces es igual a casi nada. Y lo que
definirá la posibilidad de tener buenos resultados (si el tema y el medio al
que contactamos corresponden) es el contacto uno a uno.
También el contacto uno a uno tiene sus
dificultades, claro está. En primer lugar, el periodista no está esperando nuestro
llamado/mail/Whatsapp, por lo que es posible que lo encontremos ocupado y no
sea bienvenido nuestro contacto.
Además, a veces no resulta tan sencillo
encontrar a los periodistas en sus escritorios, por lo que debemos insumir varios
llamados para poder encontrarlo. Si conocemos sus horarios es más fácil, pero
no tenemos igualmente la certeza de saber que está.
En síntesis, algunos temas ameritan envíos
generales, o un primer paso que sea un envío general, pero por lo general los
buenos resultados se logran luego de un contacto uno a uno, por el medio que
fuere más adecuado, según los usos del periodista y la confianza que tengamos
con él.