En este blog ya hemos dado casi una veintena de
consejos y recomendaciones para que la relación con los medios sea fructífera,
y las empresas e instituciones puedan lograr, a través de la difusión de sus
novedades, tener visibilidad y mostrar lo que hacen.
Es por ello que, esta vez, nos referiremos a
otro tema, que no es una cuestión técnica pero incide, igual o más que eso aun,
en los resultados: me refiero al factor humano.
En el fondo, por más conocimiento y técnicas
que uno posea, por más planificación y estrategia, incluso ajustando de la
mejor manera posible la información y la redacción de la misma, lo que termina
rigiendo todo es el factor humano.
Vayamos al caso de prensa. Aunque una persona
sea muy buena en lo que hace, tenga muchos contactos, olfato para la noticia, escriba
bien, conozca el timing de los medios, etc. etc., si el entendimiento con el
cliente (factor humano) no es correcto, no habrá resultado que lo satisfaga.
Más de una vez viví la experiencia de realizar
una campaña objetivamente muy exitosa (me refiero a menciones importantes en
medios de amplia llegada) y que el cliente no lo apreciara o no le otorgase la
importancia que yo, conocedor de los medios y el mercado, le había asignado.
Allí, el factor humano había fallado. Las
expectativas del cliente seguramente eran otras. Y, por más cantidad de
menciones y demases que le mostrara, si no íbamos en línea con esa idea, no
habría resultado que alcance.
Por eso, entender y entenderse bien con quien
es nuestro cliente es, muchas veces, más importante que llevar a cabo
correctamente los pasos que se han ido explicando en este blog.
Hay casos donde el cliente no se siente cómodo
en cierta situación (frente a ciertos medios) o que espera no salir tanto, o
que prefiere tener charlas periódicas con su agente de prensa pero no tantas
menciones. Y entender eso (el factor humano) resulta más importante que
cualquier otra cosa.
Los periodistas,
también
En el vínculo con los periodistas ocurre algo
similar. Cada uno tiene sus características, su forma de ser. Algunos son más o
menos extrovertidos. Algunos no tienen problema en que se los consulte, otros
te responden con monosílabos y sugieren no los llames tanto.
El manejo de esas relaciones (factor humano) es
todo un arte. Algunas recetas se pueden dar y, vuelvo sobre lo mismo, en posts
anteriores se han dado, pero hay una parte que es la empatía, el vínculo, la
onda, y eso –muchas veces a la par del valor de la información- influye sobre
los resultados.
Así como se debe entender y lograr cierta
empatía (no decimos tener que ser amigos) con el cliente, lo mismo ocurre con
los periodistas. Es importante no pedirles más de lo que pueden, en especial
cuando están de cierre o con otro tema en la cabeza.
Pero también es importante estar presente, que
se acuerden de uno, que sepan que una fuente sigue vigente, y que frente a una
nueva nota sobre ese tema se la podrá consultar.
En otras entradas hablamos de cómo estar
presente sin ser pesados. Bueno, el entender eso puede asignarse a la columna “sentido
común” o a lo que aquí hemos llamado Factor humano.
Hay muy buenas técnicas para hacer mejor el
trabajo de prensa y varias de ellas fueron expuestas. Pero ninguna nos explicará,
al final, cómo entendernos bien con los clientes y los periodistas. Ahí aparece
el factor humano.
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