Muchas veces las empresas esperan que la prensa
les permita hablar de sí mismas, contar lo grandes y eficientes que son, lo
bien que trabajan y los hermosos
productos o servicios que venden.
Es cierto que algunos medios, no muchos, dan
esta posibilidad, quizás más que nada cuando se trata de medios de algún sector
específico y la empresa es muy conocida. En otros casos, lo que se pide a
cambio es publicidad.
Pero lo cierto es que, en la mayoría de los
casos, y más aun en los medios grandes o que tienen muchos lectores, lo que los
medios piden y necesitan es información atractiva para su público.
Si los diarios estuvieran llenos de empresas
hablando de sí mismas, habría pocos interesados en salir a la calle a pagar
algunos pesos por ellos.
Qué se puede mostrar
Ahora, la realidad es que las empresas,
instituciones o personas hacen productos, brindan servicios o conocen de
ciertos temas que sí les pueden interesar a los eventuales lectores.
Encontrar esos contenidos, esa información producida
por las empresas, que pueda ser interesante o novedosa, constituye gran parte
del desafío de un agente de prensa.
Por ejemplo, recientemente se acaba de
promulgar la nueva Ley de sinceramiento fiscal. Existen muchos estudios
contables que pueden y pretenden asesorar a potenciales interesados. Frente a
eso, se puede armar un texto avisando que el estudio cuenta con un departamento
especial, que es una alternativa bastante institucional, o se puede, como
hizo un reconocido estudio, sacar una síntesis con los puntos más importantes
de la ley y cómo eso puede afectar a los interesados.
Ambos contenidos hablan de la empresa que envía
la información. Pero en el primer caso la información es autorreferencial y
posiblemente de poco atractivo para los lectores (“frente a esa situación,
nosotros podemos ayudar”), mientras que en el segundo se les da un servicio a
los mismos (“frente a esta situación, te conviene o podés hacer esto, esto y
esto”).
Otro ejemplo: una empresa que mide clima
laboral realiza un estudio sobre las preferencias de los empleados. De ahí se
puede contar que hizo el estudio, hablando de la empresa que lleva a cabo la
tarea. O se puede, mejor aun, contar cuáles son las conclusiones, sin dejar de
mencionar, lógicamente a cargo de quién estuvo ese trabajo.
Entonces…
La prensa, bien hecha, consiste en detectar dónde
hay algo que puede ser interesante, que puede contar algo nuevo, que pueda
aportar una mirada diferente y producida por alguien que entiende del tema.
Esto no significa que no se pueda contar que
tal empresa inauguró nuevas sucursales o que incorporó a un nuevo especialista.
Pero lo cierto es que estas novedades, menores y más internas, no permitirán
lograr una gran trascendencia mediática. Sí pueden sumar para lograr repetición
del nombre y cierta recordación.
El gran desafío, por lo tanto, es detectar esos
conocimientos o novedades, que las empresas le pueden aportar a los lectores,
en especial porque se desarrollan y trabajan en un sector que conocen
bien.
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