Si bien
nuestra función, como agentes de prensa, es darles visibilidad a las novedades
o temas de empresas, instituciones y personas, a través de los medios, sabemos
que no todos los asuntos tienen el mismo alcance o despiertan el mismo interés
por parte de la llamada “opinión pública”.
Algunos
de los temas que difundimos sabemos que pueden captar un porcentaje interesante
de gente, otros asuntos son mas bien aplicables a sectores muy específicos. Y
también hay temas que son netamente institucionales, por lo que, más allá del rubro,
el alcance será realmente más acotado.
Resulta
evidente que las estrategias de difusión y el trabajo y seguimiento que se
aplicará para esos temas diferentes serán muy distintas entre sí. Por eso,
también, parte del trabajo de un agente de prensa es sopesar esa novedad que
nos llega y planificar el alcance que se buscará con ella.
Si
tenemos un tema que entendemos puede tener buen alcance, debido a que es un
servicio o producto novedoso, o que puede ser de utilidad para muchas personas,
seguramente armaremos un mapa de medios más ambicioso, tomando en cuenta
diferentes rubros de medios aplicables.
Y
también, luego del diseño de difusión, le daremos un seguimiento fuerte, lo que
implica llamados semanales a algunos periodistas clave. Por lo menos lo
haremos hasta conocer su interés o desinterés en el tema (lógicamente nuestro
cálculo previo no es una certeza sino un acercamiento).
Por
ejemplo, si una empresa de plásticos, crea un nuevo material o producto hecho
con plástico reciclado, entendemos que se trata de un tema de amplio alcance. Le
acercaremos la noticia a medios de Interés general, sustentabilidad, negocios y
posiblemente algunos específicos de la industria del plástico.
Ahora, si
en cambio la noticia es que dicha empresa tiene un nuevo logo o imagen de
marca, su alcance será menor. Eso no significa que no sea un tema a comunicar,
pero sí que deberemos comenzar conociendo su alcance, para evitar tres inconvenientes:
generar expectativas que no se puedan cumplir, atosigar a periodistas con un
tema que no puede salir en cualquier medio y desgastar nuestro vínculo con la prensa
a través de temas de poco interés.
En
algunos casos, también, como asesores de prensa deberemos decirle al cliente
que cierto tema no vale la pena
difundirlo en los medios. En ese sentido, hay temas, como puede ser el anterior
del logo, que a través de la publicidad y/o las redes sociales es posible que
obtenga mejores resultados.
Como
agentes de prensa muchas veces nos ocurre que, aunque un tema no sea de gran
trascendencia para un cliente, nosotros lo vemos como una buena oportunidad.
El olfato para esos temas es muchas veces lo que distingue a un asesor de
prensa con capacidad periodística de uno que no la tiene tanto.
En
síntesis, si bien la mayoría de los temas, bien enfocados, pueden ser
prensables, no todos tienen la misma potencialidad. El poder explicarle al
cliente esto, y a la vez diseñar una estrategia acorde a dicha potencialidad
(sin buscar más ni menos que su alcance), es parte del trabajo de prensa.
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