A diferencia de lo que ocurre con
la publicidad, donde uno decide cuándo y dónde pretende salir publicado, en la
prensa tanto los tiempos como el espacio editorial dedicado a cada tema ofrece
no tantas certezas.
A pesar de ello, el conocer los
tiempos de edición y publicación, así como también los elementos que entran en
juego para dicho resultado, ayuda a poder hacer una mejor planificación de lo
que se pretende difundir.
Los tiempos de publicación de una
información de prensa dependen tanto del contenido como del medio y el formato
a través del cual se pretenda difundir.
Si tomamos el caso de las
gacetillas, las mismas compiten diariamente por un espacio con una gran
cantidad de informaciones similares (en formato) provistas por otras empresas e
instituciones.
Allí, lo que tendrá
preponderancia es el tema que se esté difundiendo: su novedad, a cuánta gente
le influye el asunto, quién es el sujeto de la información, etc.
En estos casos, lo que está en
juego no es solo el tiempo sino también el hecho de que el material se publique
o no. Por ello, parte de la función de prensa es preparar las gacetillas lo más
prolijas posibles desde la redacción e insistir luego con los periodistas hasta
que se obtenga alguna respuesta.
Más allá de estas aclaraciones,
lo que tiene de positivo difundir un tema a partir de una gacetilla es el
amplio alcance que se le puede dar a la información. Si bien no tenemos la
certeza de que vaya a salir en un medio puntual, sabemos que enviándola a una
gran cantidad de lugares, tendrá seguramente varias menciones.
Por otra parte, la gacetilla
puede ser siempre el punto de partida para la ampliación del tema. En ese
sentido, puede valer como material editorial y a la vez como contenido básico a
partir del cual poder explayarse.
En el caso de las propuestas de
notas no se suele apuntar a una cantidad tan grande de medios, sino que se
estudian los que por temática e interés de difusión resultan afines (si bien
eso también se da en las gacetillas, allí el espectro es más amplio).
El lugar del editor
La decisión de realizar una u
otra nota suele ser un atributo del editor, por lo que los temas propuestos a
los periodistas tienen que pasar sí o sí por su aprobación.
Eso a veces es instantáneo, a
favor o en contra, y otras veces toma un tiempo, ya que en muchas oportunidades
el editor tiene un amplio espectro de temas y las decisiones las va tomando
según el contexto.
Con esto queremos decir que la
gestión de una nota de profundidad suele ser más lenta que la de una gacetilla.
Existen excepciones, cuando el tema justo cuadra con una nota que el medio está
preparando, pero estos casos no son mayoría.
El caso de las columnas es
intermedio. Si bien también algunos medios tienen una gran oferta de columnas,
al estar estas ya preparadas tienen tiempos generalmente más cortos que la
gestión de notas.
Tanto en uno u otro caso, lo que
resulta determinante para que el contenido salga o no, así como también para el
espacio que se le asigna, es el resto de la información que está disponible
para el medio.
En ese sentido, por ejemplo,
durante el verano hay mayor probabilidad de lograr espacios editoriales con
algunos temas, dado que la oferta de información suele ser menor.
Si bien aquí hablamos de la
dificultad de tener certezas, también es cierto que cuando se comunica con
planificación y en forma metódica, y teniendo contenidos novedosos e
interesantes, la información termina saliendo.
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