El 2020, en Prensa, estuvo cruzado, así como en todos los rubros, por la pandemia. Por ese motivo tuvo, como nunca antes, un tema que marcó la agenda desde marzo hasta diciembre, casi sin dejar resquicios entre las principales noticias del día, durante todos esos meses.
Apenas un puñado de temas, como
Vicentín, Maradona, la negociación de la deuda y el aborto (aunque también
ellos, en algún caso, atravesados por el coronavirus) lograron hacerse un lugar
entre las primeras noticias y relegar a la pandemia a la segunda división.
Este hecho marcó fuertemente la
labor de los agentes de prensa, ya que, durante casi todo el año, la gran
mayoría de los temas, para prosperar, tuvieron que analizar, desde algún
enfoque, a la pandemia. O la analizaron o fueron influidos por ella. Pero nunca
ajenos.
También la pandemia trajo
problemas en las empresas, algunas de las cuales tuvieron dificultades para afrontar
este tipo de servicio, o vieron reducido su presupuesto. Eso ocurrió, en
especial, los primeros meses, con el tema de una caída abrupta de la economía.
Pero lo cierto es que muchas de
las empresas e instituciones no se cayeron. De a poco, volvieron a retomar el
ritmo, y a medida que lo hicieron comenzaron a tener nuevos proyectos y
acciones, cada uno de ellos (o varios de ellos) con potencial interés en la
agenda.
También surgieron nuevos
proyectos, asociados a la pandemia, que requirieron del oficio de prensa para
darlos a conocer. En especial hubo empresas de tecnología, emprendimientos,
etc., que buscaron la manera de simplificar esa nueva vida digital que
comenzamos a tener en forma masiva.
Contenidos para todos
En el comienzo de la cuarentena, con
menos trabajo, más tiempo y a la vez impactados por el nuevo virus, muchos se
pusieron a escribir. A analizar lo que pasaba desde diferentes enfoques:
económicos, impositivos, legales, médicos, psicológicos, etc. Todos quisieron,
en un primer momento, dar su opinión sobre eso inesperado que estaba ocurriendo.
Como consecuencia de ello, la
cantidad de contenidos generados y acercados a los medios fue muy grande desde
el comienzo de la pandemia. Fueron muchos los periodistas que manifestaron no
tener tiempo físico para poder leer, analizar y, eventualmente, publicar tamaña
cantidad de contenidos. Allí, como ocurre en estos casos, primaron las
relaciones de años, para afianzar posibilidades. La paciencia y el tacto para
estar presentes, sin llegar a ser demasiado pesados.
La percepción, en general, es que
las empresas comunicaron mucho. Su situación, sus novedades, sus proyectos -en y
post pandemia-, sus soluciones, sus dificultades, la nueva forma de trabajar y,
eventualmente, de vivir.
Como saldo, nos queda, como nunca
antes, un año marcado por un único gran tema. La adaptación de las empresas y
de las personas, con sus consecuencias, a esta nueva realidad. Y la capacidad,
en los agentes, de ver qué de esto, que está sucediendo, puede interesar al
público, en general, o a algunos nichos particulares.